Que la debilidad hable por mi significancia, que el ser del interior demuestre mi mortalidad y poca importancia. Del polvo nací y del polvo mi significancia vuelve a sostener el bello amor del creador.
La miseria que cargo en mi corazón, me hace recordar que es lo que debo y no hace, ante este mundo que se envanece del polvo que desprende su cuerpo, el alma suspira por el brillo del verdadero regalo que solo este conoce.
El cuerpo descarrilado desconoce lo que el alama anhela a todo fulgor, pero que solo sea el espíritu del que habla este pobre corazón.
Miseria somos y debilidad llevamos, por más importancia que le demos a la ruina de nuestro cuerpo , comparados con el oro de la cima de la montaña. No dejamos de ser eso; polvo que levanta el viento y ni sus recuerdos deja . Todo trae todo arrastra y junto con el, alama muerta que domina el pudrimiento del mismo ser.
Miles se revuelcan en el barro del pecado y los que salen de el se encuentran con el viento que mantiene seco este mismo, pero rompiendo con la fuerza del mismo corazón deseo de salir de la esclavitud, logra encontrar la fuerza del mismo creador.